A MI MADRE
EN SU CUMPLEAÑOS
Entre los lirios morados
y las camelias hermosas;
entre las mágicas rosas
busqué una flor para ti.
Aunque todas eran puras,
encantadoras y bellas,
ninguna entre todas ellas
que fuese digna creí.
Porque ninguna tenía
las galas y la poesía
de la flor que yo deseaba,
de la flor de la ilusión.
Pero la busqué en seguida
y encontré, por mi fortuna,
una flor como ninguna
porque era del corazón.
Esa flor que sólo nace
en el corazón del hombre,
y cuyo poético nombre
es el cariño filial.
Acéptala si te place
con el amor de tu hijo,
y en cambio sólo te exijo
un cariño para mí.
Manuel Acuña