AL DIOS DESCONOCIDO
Reluces en la piel
de los toros, en los tobillos
de la doncella, en las
ondas vagas del agua
del arroyo del prado,
y reluces
en la ceniza, en las paredes
encaladas.
Reluces en la oscuridad.
¿Qué dios eres? ¿O acaso
eres diosa? ¿O no eres?
Quiero ver
tus ojos hondos o tus senos
altos, pero me impiden
sorprenderte mis ojos,
en los que más reluces.
Ángel Crespo