EL VIENTO ENEMIGO
Todo estaba previsto, el vuelo, el hotel y la nieve,
aquel día de diciembre todos lo sabían,
excepto, es claro, yo. Total,
para mí el asombro,
el viento una navaja que corta nieve al canto,
los guantes, la boina roja rumbo
a otro viaje, lo mismo que las botas vacías.
El asombro era solo mío.
Pero estas situaciones aclaran el camino:
todo lo que sucede está dispuesto,
cae la nieve,
agua hirviendo de todas las bocas
que ajan el vidrio, gotean las ojeras
viejas plabras para que las oigas como nuevas.
Ni tú te perteneces.
Doy vuelta a los zapatos a la nieve.
Cruje bajo mis pies viento enemigo
y al dar de nuevo cara al claustro gótico,
imágenes que estaban soslayadas
(el único que lo ignoraba era el viajero)
el habla es hielo, solo fuego el respiro
que me acerca a la muerte, su
contemplación, solo su lento
caminar y el viajero no sale del encanto
como si lo inesperado lo esperara.
New York,diciembre 14 de 1979
Belisario Betancur