Acabo de pasar, amor, por el correo,
—chisporrotea el lacre, oscila la balanza—
es como un girasol de oro mi deseo
y como una ramita de espliego mi esperanza.
Aquí estoy con tu carta, al sesgo, en una mano
emboscado en esta sombría callejuela....
Tu carta, que es la última rosa de mi verano.
Déjame que la palpe, la sopese y la huela.
Baldomero Fernández Moreno