Al caminar parece que crujieran
las hojas de la noche y sus cristales.
Es tu hombro, tu pecho, tus rodillas
deshaciendo, esponjando, tu impermeable.
Tu impermeable te ciñe totalmente,
si llevas algo más nadie lo sabe...
Es un cilicio hecho de pliegues duros
sobre la rosa de tu cuerpo suave.
Baldomero Fernández Moreno