CITA DE UN HOY DEL AÑO TREINTA
Antonio cierra con botón dorado
el cuello de moderno celuloide
y alisa el nudo en flor de la corbata.
El rígido pajilla cauto ajusta,
su dril avanza tarde adentro alegre,
lo espera una muchacha toda encaje.
No sé su nombre. Voy. Se lo pregunto.
Esta muy lejos en el año treinta.
Seguramente ya no puede oírme.
Antonio, tío, no es cortés callarse
tan de ese modo, mira, que parece
que yo te invento del zapato al alma.
Y qué dirán después de tu muchacha.
Eliseo Diego