CONVERSANDO
El libro sin abrir y el vaso lleno,
con esto, para mí, nada hay ausente.
Podemos conversar tranquilamente:
la excelencia del vino me hace bueno.
Hermano, ya lo ves, ni una exigencia
me reprocha la vida así me agrada,
de lo demás no quiero saber nada
Practico una virtud: la indiferencia.
Me disgusta tener preocupaciones
que hayan de conmoverme. En mis rincones
vivo la vida a la manera eximia
del que es feliz, porque en verdad te digo:
la esposa del señor de la vendimia
se ha fugado conmigo.
Evaristo Carriego