AUSENCIA
Iluminaba a mi amor
tu amor, pero no sabía
mi amor, cuando se encendía,
que su sombra era mayor.
No sabía, ciego por
la luminosidad mía,
que tu luz ensombrecía
mi mediodía de amor.
Ahora mi noche expía
su pecado de ser día,
sin consolación mejor
que pensar si, todavía,
Su totalidad sombría
será sombra de tu amor.
Francisco Luis Bernárdez