AL JARDÍN DE BORINQUEN
Vendrá la luna llena sobre tu nido.
El mar no es el semblante torvo de olvido.
Vendrá el orvallo. Y Manolo el Leñero en su caballo.
Vendrá el incandescente sueño en la era.
De Diego en la pupila de tu bandera.
Vendrá azahar de la luna que ronda en tomo al mar.
Pedro, que es agonía de mil cristales,
dirige hacia los ortos mis manantiales.
No habrá desvío en el dejo remoto que está en el río.
Es jardín de la luna nuestra costumbre.
Lolita, en su amapola, ríe en la cumbre.
Y luminares vendrán de ese misterio que habita en Lares.
Francisco Matos Paoli