XXXIV
Dio el agua procurada sepultura
—ya no es fábula huésped— a Narciso.
El que imitar su clara muerte quiso,
el valor poseyó por hermosura.
Venturoso murió, pues le procura
reducir un empleo y un aviso;
pero quien llega al término preciso
puede ser desdichado con ventura.
Sufrió el cielo de dos el ardimiento,
o porque de ignorancia procedía,
o para refrenar tercero intento.
No murió don Antonio, que ya había
muerto cuando malogra un escarmiento.
Pues, ¿qué murió en las aguas? Su osadía.
Gabriel Bocángel