VOZ DE LAS AVES
De mirto entre ramos,
con tierna alegría,
su nombre cantamos
porque es melodía.
¡Antonia!... ¡qué blanco,
qué ledo sonido!...
Jamás gorjeando
de amor en el nido,
daremos al viento,
del sol a presencia,
más grato concento,
más dulce cadencia,
más bella canción.
Gertrudis Gómez de Avellaneda