A VOLTAIRE
Eres ariete formidable: nada
resiste a tu satánica ironía.
Al través del sepulcro todavía
resuena tu estridente carcajada.
Cayó bajo tu sátira acerada
cuanto la humana estupidez creía,
y hoy la razón no más sirve de guía
a la prole de Adán regenerada.
Ya sólo influye en su inmortal destino
la libre religión de las ideas;
ya la fe miserable a tierra vino;
¡Ya el Cristo se desploma; ya las teas
alumbran los misterios del camino;
ya venciste, Voltaire, maldito seas!
Julio de 1873.
Gaspar Núñez de Arce