LICUACIÓN DE LA LUZ
A cada pulsación siento que cae
un granizo de luz que así se inmola.
Una gota de luz, una tan sola
que cada pulsación mueve y atrae.
Vuelve a sonar la pulsación y trae
otro líquido prisma de corola,
y otro y otro y consúmase una ola
de luz y brisa que jamás decae.
El Mundo la recibe prosternado
y la interna en sus vivos socavones.
Yo también la recojo arrodillado.
Son mías esas lentas pulsaciones
y todo lo que alarma mi costado,
le desprende divinas licuaciones.
Germán Pardo García