ADORACIÓN
Escribo de rodillas porque creo
en la palabra cenital. Un santo
sentiría esto mismo que yo canto
cuando en el polvo eternidad rastreo.
¡Condúceme, nocturno pastoreo!
¡Voy a morir de inmensidad, y en tanto
se alza mi esclavitud, desde el quebranto,
a la liberación de su deseo!
Estaré con las manos elevadas;
con los sentidos vírgenes al viento;
con las crueles pasiones humilladas.
Así como yo escribo cuando intento
consolar mis arterias desgarradas
por este divinísimo tormento.
Germán Pardo García