AL ÁNGEL DEL SUEÑO
Toda verdad fue dicha y todo trueno
que había en mis clausuras, escuchado.
Ya es hora de soñar, ángel morado
que defiendes la entrada a lo sereno.
Es hora de soñar porque está lleno
de sombra el aire, y el solar venado
que estuvo en las alturas, apagado
se esconde en los declives del terreno.
Incítame a soñar, ángel divino.
Lucerízame el luto de aquel pino
desnudo y espacial y con el leño
sangrante de cenizas. Ángel hondo:
incítame a soñar... y te respondo
desde la eternidad, ángel del sueño.
Germán Pardo García