APOGEO
El día que la flor lance un gran trino;
el turpial en abril exhale aroma
y un tigre azul entre mis manos coma
las migajas de un pan alabastrino,
el mundo cambiará y en el molino
la piedra será luz que un núcleo toma,
y volará el atún y la paloma
tendrá un inmenso resplandor marino.
En ese instante victorioso creo.
La espada al fin comprenderá la herida.
Semejará suavísimo aleteo
la muerte en los ramajes escondida,
y un friso funeral el apogeo
de toda la grandeza de la vida.
Germán Pardo García