ETERNIDAD
Con palabras tranquilas, armoniosas,
me preguntas: ¿cómo es la Eternidad?
¿Palpita cual las venas misteriosas
o es fuego en su divina intensidad?
¡No lo sé! te responden temerosas
mis palabras de interna oscuridad.
¡Puede ser la materia de las cosas!
¡Tal vez el mundo, acaso la Verdad!
¡Espera! —¿Y a qué aguardo?— Tus preguntas
me hieren el espíritu cual puntas
de una lanza. Y en mi perplejidad,
¡no lo sé! te respondo. ¡Mas si esperas,
ese instante en que vivo te incineras
sin morir, puede ser la Eternidad!
Germán Pardo García