EN DÓNDE HE DICHO ESTO
Un ceniciento amanecer casi ceniza
Tierno dibuja a mis huesos
Quebrándose en una luz medio muerta
En un silencio
Tantos temores quebrando los trigales
De los hombres No hay más
Soy mi disgusto y mi castigo
Cuánto último principio de los días
En dónde he dicho esto
Ya no quiero que mi alma le siga los pasos
A mi cuerpo Hay miedo por la felicidad La paz
Soñando se aparece
Qué lentitud de prisa de las horas
Qué ajuste de hombres y animales
Qué interior de tinieblas en las manos
Y en la tierra el hombre
Huella sin pie reconocible
Ay vuélvame semilla Guárdeme entero
La parte que me ignoro
El mundo sí cabe en el olvido y no lo cree
Surcos Manos altas llevando granos de promesas
Un ceniciento amanecer casi ceniza
Tierno dibuja a mis huesos
Quebrándose en una luz medio muerta
En un silencio
Mas otra luz resbala y quema y limpia
Y se estremece en el asombro
En su punta de lanza Azor de historia
Nivel de niebla sobre el agua
Nube de voces y de llamas
Perenne altitud sobre los aires
Un bosque entre las calles del alba
Juan Bañuelos