DENUNCIA
Cualquiera diría que miento:
que la sangre ya no se usa
para amasar monumentos.
Que el hambre no es argamasa
usada para unir bloques
y hacer paredes de casa.
Pero yo sé que hay balcones
hechos con huesos de ancianos
y con sangre de peones.
Pero yo sé que hay rellanos
hechos con manos de niños
y soledades de ancianos.
Pero yo sé que hay navíos
hechos con pieles de negros
y corazones vacíos.
Jorge Debravo