VÉSPERA
Al acantilado
las aves regresan
con celeste geometría.
La bruma
empantalla los faroles del mar,
sueñan las brisas
y en el silencio
aletean
las obscuras Causas.
Las aves tremen
cuando cae el lucero
en el flabel del mar monótono.
Por lejanía
dulces bateleras,
puertos morados;
y en la penumbra de la noche
canta Amara, la que extingue la vida.
José María Eguren