XVIII
Hay un agua salobre y solitaria,
que al volcarse la rica cornucopia
de la noche lunar, apenas copia
borrones de celeste luminaria.
Soñando en una fuente tributaria,
huérfana vive en desolada inopia,
y alza débil rumor, con esa propia
humildad que enaltece a la plegaria.
Entonces, bajo el oro del ocaso,
alguna vaca de solemne paso
atraviesa el yerbal de la comarca;
y, adormeciendo la pupila oscura,
besa con melancólica ternura
la inconsolable linfa de la charca.
José Eustasio Rivera