HIJA PEQUEÑA
No, no vale ese llanto.
La Creación a dar su poesía empieza.
¡Tú creces! Y con tanto
Paraíso en tu estrépito que la naturaleza
Sola es jardín: tu encanto.
Gracia tan inmediata
De manantial, de luz con arranque de aurora,
De alborada invasora,
De ramo con rocío —¡tú creces!— no enamora.
Más, más, más: arrebata.
Jorge Guillén