ARMONÍAS DE LA TARDE
Vagan mis blandos versos desmayados,
Por la molicie de tu voz dictados,
¡Hora de
melodía!
Duermen las aguas entre muzgo y flores,
Y perezoso se reclina el día
Sobre leves
vapores.
Acacias, sauces, ceibos y palmeras
Sueltan ebrios de amor las cabelleras,
Y al seno de
las rosas
Se asilan las fugaces mariposas.
De las sienes las trenzas renegridas
Desciñen las beldades presumidas,
Bajo los cisnes se desliza el lago,
Y a paso lento se retira al pago
El gaucho fatigado del rodeo.
Barre su potro con la crin la grama,
Y en prolongado relinchar reclama
La próxima
tropilla;
Lleva el gaucho doblada la rodilla,
Y pensando en
su amada,
Mira al cigarro que se vuelve nada.
II
Yo te adoro, vida mía,
Yo te adoro, al caer el día
Vacilante,
Porque entonces no importuna
Claro sol ni tibia luna
Tu semblante.
Yo te adoro, vida mía,
Yo te adoro, al caer el día
Tras el llano,
Porque solo ese momento
Me embalsama con tu aliento
Soberano.
Yo te adoro, vida mía,
Yo te adoro, al caer el día
Entre nubes,
Porque a esa hora yo te veo,
Y al balcón de tu recreo
Tú me subes.
Yo te adoro, vida mía,
Yo te adoro, al caer el día
Entre sombras,
Porque entonce a mis pisadas
Son discretas y calladas
Tus alfombras.
Yo te adoro, vida mía,
Yo te adoro, al caer el día
Tras el río,
Porque a esa hora, en dulces
lazos,
Se aprisiona entre mis brazos
Tu albedrío.
Te adoraba vida mía,
Cuando caer la luz del día
Vi en el mar,
Por que escrito está en el
cielo
Que no hay vida ni consuelo
Sin amar.
Yo te adoro, vida mía,
Al nacer la luz del día
Y al morir;
En mis dichas y en mis penas,
Mientras dure de mis venas
El latir.
III
Sombra de mi día,
Nube de mi sol
Era una esperanza,
Corrí de ella en pos,
Y al ir a gozarla,
Humo se volvió,
Cual sombra en el día,
Cual nube en el sol.
Sombra de mi vida,
Nube de mi sol;
Figura velada
De triste crespón;
Malhechora maga,
¿Por qué oscureció
Tu sombra mi día,
Tu nube mi sol?
Sombra de mi día,
Nube de mi sol;
Imagen que pasas
Diciéndome adiós;
¿Por qué despiadada
Tu aliento sembró
De sombras mi día,
De nubes mi sol?
Sombra de mi vida,
Nube de mi sol;
Tormento de un alma
Nacida al dolor,
Eres mi esperanza
Que se deshojó;
La sombra en mi día,
La nube en mi sol.
Sombra de mi vida,
Nube de mi sol;
Funesta te agrandas
A esta hora en que Dios
Envuelve en la nada
La luz que pasó,
En sombras el día
Y en nubes el sol.
IV
Algo de nuestro ser se lleva el día
Al sepultarse en la región umbría
De occidente;
Los ojos melancólicos bajamos,
Y visiones dulcísimas creamos
En la mente.
Flores hay vergonzosas en la tierra
Cuyo cáliz al alba ya se cierra;
Mas, ansiosas,
En el misterio de la noche beben
Gotas de amor que de las sombras llueven
Voluptuosas.
Así también en su pudor nuestra alma,
El loco vuelo de sus sueños calma
Con el día.
Y a divagar de nuevo se abandona
Cuando al mundo enlutado no corona
La alegría.
Mística entonces se levanta en ella,
Como el trémulo rayo de una estrella
En el cielo,
Una imagen querida, no olvidada,
Que entre sombras de amor vive guardada
Por consuelo.
Juan María Gutiérrez