¡ADIÓS...!
...Abandoné mis lares
marcando rumbo hacia
remotos climas
NÚÑEZ DE ARCE
¡Adiós, rincón nativo! Me voy y mi pañuelo
parece una ave herida que anhela retornar,
mientras singla el piróscafo, bajo el zafir del cielo,
cortando la infinita turquesa de la mar.
¡Nunca podré olvidarte, noble y heróico suelo
de mis antepasados!... No te podré olvidar
ni aún besando a una chica que sepa a caramelo;
ni aún jugando con unos amigos al billar...
¡Pero al imaginarme que yo no pueda un día
tomar a tu recinto, con qué melancolía
contémplote a lo lejos, romántico rincón!...
Porque, ¡ay! todo es posible, no exótico y extraño,
si el destino de pronto me propina un buen baño
para darle una triste pitanza a un tiburón.
Luis Carlos López