ALBA
Un hálito de aroma a la vislumbre
En que expira la noche violeta.
El cielo aclara en altitud de cumbre.
Con guiñada vivaz, la luz inquieta
La soledad tranquila de los campos,
Y vibra en el juncal tenue saeta.
Palpita el aire con fugaces lampos.
Cruzan la inmensidad cirros ligeros.
Y poco a poco, aquellos lentos ampos
Cuajan en rosa como durazneros.
Leopoldo Lugones