CREPUSCULAR
En el recogimiento de la anchura
la tarde hunde su blonda sutileza,
y pone un pensamiento de ternura
y un presagio indecible de tristeza.
Llora sangre el ocaso en la blancura
de la nube lejana, y con pereza
apaga la montaña su figura
borrándose en un éxtasis turquesa.
Solemnizando la quietud cristiana
retiembla sus dolores la campana
en un tono pausado y macilento.
La brisa flébil su querella entabla,
y hay una voz interna que nos habla
de las ruinas vetustas de un convento.
Luis Palés Matos