A UN DISFORME Y MINUCIOSO CARTEL EN QUE SE ANUNCIABA UN LIBRO MUY PEQUEÑO
¡Qué anuncio para un dozavo!
—Tres reales piden por él.
—No daré yo ni un ochavo.
—¿Por qué razón? —Porque acabo
De leerle en el cartel.
Manuel Bretón de los Herreros