FE
No ya la fe, la voluntad levanta
las montañas, sacándolas de asiento;
mas en aquélla cobra entendimiento
y en la propia conciencia se agiganta.
Querer —creer— poder; tal es la santa
procesión que al esfuerzo da sustento,
entre el quiero y el puedo de cemento
hace la fe que al héroe abrillanta.
Tengámosla, no importa en lo que sea,
fe pura y libre y viva, abrasadora,
la que en la misma acción destruye y crea,
¡anímico Saturno que devora
al propio dogma que engendró en la Idea,
fe en la fe misma, inacabable aurora!
Miguel de Unamuno