IX
A LA MADRUGADA
Cien trenes, cien barcos
y un millón de locos bailando.
Bajo las nubes y la luna
motores ciegos y voluntades oscuras.
Los peces duermen.
No sé quien es el búho de la mar.
Los pájaros duermen.
Los apaches del aire vuelan sobre el rabadán.
La oveja blanca y el pico negro
dibujan la violencia en el silencio.
Con el motor obtuso del barco
rima un corazón desvelado.
Con los émbolos de los trenes en marcha
funcionan dormidas, dilatadas las esperanzas.
José Moreno Villa