XIX
JACINTA ME INCULPA DE DISPENDIOSO
Al lado del tacaño, me siento manirroto, Jacinta.
Se crearon los pájaros al ver los elefantes,
y nuestra tierra en vista del inmenso vacío.
Abre, Jacinta, los ojos a la creación
las manos y todo tu ser.
Que se caigan y se pierdan los dólares.
Hay un dólar de más alta valía,
el que no resbala de la bolsa de cuero;
el que se acuña y sale nuevo cada mañana;
el que viaja sin la rosa de los vientos;
el que pone su voluntad en las Indias ocultas;
el que concuerda lo lejano;
el que esclarece lo confuso;
el que no miente;
el que no baja;
el que sigue tirante una raya de soledad.
José Moreno Villa