FUEGO FATUO
Es el instante de morir.
Ahora,
cuando la noche desmadeja
constelado
rocío de silencio,
cuando se me acurruca el esqueleto
al fondo de la médula,
hecho un feto fosforescente
y asustado,
es el instante de morir:
de morirse tan profundamente,
como si caravanas de cirios
agonizantes
pudieran aparecer en los ojos
y cantar:
«Es la luz, es la luz, es la única luz»
Óscar Hahn