TRÍPTICO
II
ADÁN RECUERDA LA FALLIDA DESTRUCCIÓN DEL ÁRBOL DE LA CIENCIA
Árbol de nuestro amor a cuya lumbre
saboreamos los frutos prohibidos
hasta que amenazados por la herrumbre
huimos del jardín enmohecidos
Río de este vergel en cuya orilla
nos mojamos los pies ardiendo juntos
y despertamos de esa maravilla
vivos pero vestidos de difuntos
Caminamos tomados de la mano
y el gran río cruzamos vengativos
para incendiar los bosques tentadores
Y al calcinarse el último manzano
nuestros límpidos cuerpos radioactivos
se cubrieron de frutas y de flores
Óscar Hahn