SILLA MECEDORA
Me duelen las piernas dijo la silla
Están llenas de várices
Siento unas gotas de sudor frío
bajando por mi respaldo
En vez de astillas tengo espinas
y mi asiento se cubre de llagas
No sé de dónde salió este hombre
que está sentado en mí sangrando
Al tercer día se puso de pie
y voló por la ventana del cuarto
y el viento empezó a mecerme
como si nada hubiera pasado
Óscar Hahn