AUTOBIOGRAFÍA DE UN INCONSCIENTE
I.
Ya no siento las modeduras
que me hicieron las gárgolas en el pie
Podría caminar toda la noche en medio de las tinieblas
y llegar al Altar Mayor antes del alba
antes de que cante el gallo
Yo no conozco a los que apagaron las velas
Yo no conozco a los que escondieron los fósforos
pero avanzo de oscuridad en oscuridad
acosado por los hocicos de las quimeras
Y descubro un camino que me conduce hacia adentro
hacia el claro del inconsciente
que ahora se torna oscuro sin principio ni fin
un círculo vicioso nada más es el centro
de este espacio que nunca puedo abandonar
sino para salir a otro sueño a otro sueño
Tendido en un diván veo a un hombre
con barba negra que me hace preguntas
y le pido que me alcance la mano
para salir del pozo que me lance una cuerda
hacia abajo y me dice ata los cabos sueltos
y tendrás una soga para subir a la vigilia
cuidado con amarrártela en el cuello hijo
cierra los ojos olvídate del mundo concéntrate en el sitio
donde el espacio de la mente y el espacio del cielo se juntan
se juntan y se abren a dimensiones inconmensurables
no hay adentro ni afuera hay algo que no tiene nombre
primero una oscuridad atravesada de resplandores
la mente que se ensancha y se superpone al firmamento
II.
Todas las noches saco a pasear a mi inconsciente
Sucede que se ahoga que no respira bien
Tiene unas pesadillas horribles
Sueña con Frankenstein con Drácula con la Momia
Pero apenas ve el sol se pone a chillar como un cerdo
y quiere regresar a mi cuerpo otra vez
Mi inconsciente le ladra a los gatos
y a los perros que se le ponen por delante
Y sobre todo a las hormigas las minuciosas hormigas
Hoy día mi inconsciente se fue de paseo a la playa
y se tendió frente al mar con su traje de los años veinte
Recuerda un reloj devorado por las hormigas
recuerda pelos en la palma de la mano
Los deshollinadores quieren entrar en mi inconsciente
matarme las hormigas limpiarme los pelos
sacar el hollín que se acumula
desde que estamos en el vientre materno
Pero sin hollín mi inconsciente no es nadie
Es un hoyo en el vacío un esqueleto sin huesos
No me toques el hollín oye
Mi inconsciente es una iglesia en llamas
con sus curas sus beatas y el altar
que es una cama donde arden como locos
Óscar Hahn