FOTOGRAFÍA DE UNA INFANCIA
Una imagen me cautiva,
me emociona,
me regala una sonrisa,
me arranca una lágrima.
Todos mis recuerdos
se abren paso como un torrente;
tanta felicidad guardada,
en aquella estampa de mi pasado.
Increíbles sensaciones vuelven a mí:
el brillo
en los ojos de un amigo,
la complicidad
de una niña que me besa,
el perfume
de una edad imborrable.
Doy gracias al tiempo,
por no apresurarse en su carrera,
por su andar lento y generoso,
por no haber atendido
a mis inconscientes ruegos.
Alejandro Laurenza