Voy a escribir con sangre en el papel,
hasta mi última gota.
Que no se diga que no luché.
Hasta que mis manos ya muertas,
ya no puedan sostener el pincel de mi escritura,
hasta que se rasgue la piel.
Hasta que mis entrañas estén una a una
dibujadas por doquier.
Que mi alimento es carboncillo
y mi agua cuadrícula que bebo a placer.
Aprisionada entre hojas y hojas,
que no digan que no lo intenté,
porque enamorada estoy de mis letras,
pero más aún de tu ser.
Ártemis Nire