LAS MAGULLADAS FRESAS
Ahora que lo recuerdo
nunca he visto mis huellas cuando ha llovido
sólo en sueños he hundido mis dedos
en los fustanes de mi madre
pero esta noche que me codeo con la muerte
puedo decir con certeza
que las magulladas fresas fue obra mía
y que el peculiar estilo con que estiro el cuello
es sólo el reflejo de mis nervios
cuando intento atrapar el centro que se desvió
lejos de donde se dirigen estos ojos
acostumbrados a ver arcoiris y burbujas
en copas que no son para champán.
R. Arturo Espinoza Neyra