LEJOS, CASI AQUÍ MISMO
Lejos del mundo, mucho más lejos
de lo que anduvieran muchos
estoy ahora, pensando en mi amor.
Dulce es la mujer que quiero,
bella, como un anaranjado atardecer,
sonora en sus esfuerzos para hacerme sentir bien,
alegre, aún separados por la lejanía.
Felipe Evaristo Gómez Pescador