SOLEDAD
Qué obscuras son
las noches solitarias.
En el silencio de la noche
tu recuerdo me llega.
Me abrazo a él
para no sentirme tan sola.
Qué largas son las noches
cuando solo tengo tu recuerdo.
Sin ti el mundo
se vuelve tan ajeno...
ya no se reír, no se soñar,
apenas vivo.
No quiero que amanezca,
no quiero recordar
que te he perdido...
sin saber cómo... sin saber dónde.
En el silencio de la noche
tu recuerdo me llena.
Abril de 2001
Gabriela Vadillo Omaña