MELANCOLÍA
Triste voy por la vida,
sin alegría, sin ilusión,
hundida en la amargura
por falta de un buen amor.
Esperando está mi alma,
al igual que el ruiseñor,
espera la mañana
para cantarle su amor.
Dormido está mi cuerpo
en espera del amor,
como espera la flor, la primavera,
para entregarse a su señor.
Isabel Miralles