ROGATORIA
Soy de la vida tiempo y desmemoria
sueño efímero de un corazón blando
una voz sola que al alba recitando
reclama al viento el tanto de su gloria.
Soy del tiempo dulce lecho de una escoria
aliento fresco al cielo reclamando
suspiros que en mi eco van dejando
un sueño que en su empeño se hace noria
Dime hombre si en este cuerpo devorado
no fueron las heridas tus verdades
y tan sólo del tiempo las hazañas.
Haz, silencio inmenso y rogado,
que en tu siempre se ahoguen mis edades
que mi canto resuene en tus mañanas.
Joaquín Arespacochaga