Suficiente, ser el mar y tu dios
suficiente correr por tus venas de sol
ser tu mensaje de estrellas, de valles serenas
amarte en solo un instante, dejarte después de la eternidad.
suficiente, ser tu boca besando saliva, ser piel penetrando mis heridas.
encuadrado de verdes, de órbitas verdes, adorando tu mirada
adorando yo mismo, la adoración de tus silencios, de tus ángeles muertos.
Suficiente
ser la sangre en tus venas de piedras, arroyos de azúcar y sal,
tristezas felices.
suficiente, ser yo, tú ser tú, yo
fundidos en la magra distancia, del huracán aterciopelado.
suficiente, oler a flor, a sudor despiadado.
suficiente, ser pasión, amando descabelladamente, tu interior
suficiente, con que yo sea, tu dios.
Miguel Ángel Brandoni