AHORAQUÍ
A todos los que estáis
Debierais apreciar la variedad de los colores
con urgencia,
mezclar vuestra saliva con el flujo pertinaz
de la apariencia circundante,
gustar de los sabores
que esta tarde desatada
proporciona en los encuentros.
Debierais ser conscientes de los tímpanos, vibrando,
en su llevar los sentimientos, uno a uno, a la memoria,
prestaros, por completo, a la latencia
que nos salva del ensueño indefinido,
tocaros y besaros como gente cariñosa
que de siempre se conoce.
Debierais iros pronto a los parajes de «ahoraquí»,
con las diez uñas de las manos arañando suavemente,
desde dentro, este momento prolongable,
y doblegar en el espejo de las tercas inquietudes
las nostalgias y los miedos.
Debierais disfrutar la vibración de cada instante,
en la feliz celebración de los sentidos y ante todo,
regalaros la consciencia de ser hábiles
creadores de milagros,
tan normales,
a la carta
y cada día.
Norberto García Hernanz