LA MARAVILLA
A escarmentar el prado
maravilla naciste, flor, y en ella
escrita la siniestra infausta estrella
que anochece tu vida con el alba;
clamores son la salva
que Filomena dulcemente llora
aún no quieren fiarte hasta la aurora,
pues no llega con vida a conocerte;
sólo saben las flores de tu muerte.
¡Oh malograda vida,
en la muerte nacida!
¡Oh vida malograda,
no conseguida, no, sólo intentada!
¿Pero qué más dichosa
la podía esperar quien nació hermosa?
Que entre tanta hermosura
fuera yerro esperar mayor ventura.
Salvador Jacinto Polo de Medina