[4]
Para ti el aprendizaje,
para ti la soledad convertida,
para ti el espacio ganado a la noche,
para ti el instante, la voz trocada,
el asentimiento,
para ti el último centro del fruto, lo irreductible,
para ti lo que el miedo no puede rozar,
para ti cuanto escapa a las venas del tiempo,
para ti el caudal de los días que se bastan,
el acopio húmedo, la labor de aprender a ser nadie.
No hay secreto.
Rafael Cadenas