EN EL NÁUFRAGO DÍA
En el náufrago día de mi nave más bella
me encaramé sobre su mastelero
para mirar el mar.
No había mar: no había ni su huella:
no había ni el vacío dese día postrero.
Sólo había mirar.
Miré el mirar del navegar que espero.
David Rosenmann-Taub