EL ARROYO
(De Antonio Louis Lebrun).
En aguas pobre, en planes opulento
Un arroyuelo vil,
Iba formando en charla de contento
Proyectos mil y mil.
Yo seré río; puentes y canales
Y vapores tendré;
Cruzaré reinos; cortes imperiales
Soberbio arrullaré.
¡Qué de combates legaré a la historia
Teñido en sangre audaz!
¡Qué de poetas cantarán mi gloria
En la guerra y la paz!
¡Cuántas beldades me darán su abrazo
En retozo infantil!
¡Y dejarán que pula en mi regazo
Su túrgido marfil!
¡Cómo me envidiarán el Tíber vano
El Rin, el Tajo, el Po!
¡Qué grande va a sentirse el Océano
Al presentarme yo!
Así dijo el arroyo... Pronto vino
Canícula fatal,
Y de su orgullo y su agua y su destino
No quedó ni señal.
No ambicionemos mucho, que en la suerte
No manda el hombre aquí,
Y oyendo tantos planes, se divierte
En burlarlos así.
Rafael Pombo