SONETO
AL RETARDARSE SAN JUAN DE SAHAGÚN EN CONSUMIR LA HOSTIA CONSAGRADA POR APARECÉRSELE EN ELLA CRISTO VISIBLEMENTE
¿Quién, que regale visto y no comido,
el León, ya panal, imaginara?
¿Quién, que dulzura tanta se estorbara
lo muy sabroso, por lo muy florido?
¡Oh Juan, come y no mires, que a un sentido
le das celos con otro! ¿Y quién pensara
que al Fruto de la Vida le quitara
lo hermoso, la razón de apetecido?
Manjar de niños es el Sacramento,
y Dios, a ojos cerrados, nos provoca
a merecer, comiendo, su alimento.
Sólo a San Juan, que con la vista toca
a Cristo en él, fue más merecimiento
abrir los ojos y cerrar la boca.
Sor Juana Inés de la Cruz