VOCES
El valle su cuenca
abre entre las lomas
verdes con el alba.
Sin las frescas sombras
el livor del río
se rehace. Aurora.
Valle resonante
donde están aún todas
las voces del día,
graves y redondas.
Donde entre la linfa
fresca de las horas
las agudas voces
calan y se mojan.
Son las matinales
unas, claras, prontas,
que el alba despierta
y cuando el sol dora
mira que se marchan
sueltas por las blondas
espaldas del agua,
limpias, bullidoras.
Son las de la noche
pesada las otras,
las oscuras, frías
voces que la aurora
sorprende cansadas,
a partir morosas;
que del paño opaco
de la noche, sordas,
sobre el blando césped
caídas rebotan
y el caudal rehúsan
fresco de las horas.
Valle resonante
centrado en las ondas
intactas del día.
Fontanar de la honda
vida, entre la oscura
noche a voces romas
y la insinuante
mañana sonora,
en sutiles lenguas
claras brotadora.
Tersa maravilla
de sus aguas. Sonda
del sol cristalina
que se abate y rnoja
en la pura fuente
huidiza de aljófar.
Vicente Aleixandre