A D. ANTONIO ABAD
Porque eres campeón y eres campeador
de letras españolas en mi oriental solar,
mereces, don Antonio, que en un volcán en flor
quememos los inciensos del hispano parlar.
Tamaraw de la historia, ojo en ristre, avizor,
tu racial geografía tuvo llave y herraje
cuando en rama malaya, con injertos de amor
florecieron tus rosas de la fe y del lenguaje.
Ni sierva del Japón, ni con las tierras chinas:
ni relámpago gris de sajonismo en ruinas,
quieres patria afincada en el ayer-mañana;
arreboles de siglos nimbando sus corolas,
con una cruz plantada en medio de las olas
malayo-occidental y malayo-cristiana.
Adelina Gurrea